Para quienes recuerdan el infomercial de ThighMaster , ver el auge de las compras en vivo es como un retroceso. Las sesiones al estilo QVC, organizadas por influencers, son ahora el sueño de cualquier marca. Plataformas como YouTube, Meta, Amazon y TikTok apuestan por su solución nativa de compras en vivo, conectando a influencers, vendedores y compradores. Al mismo tiempo, marcas como Sephora promocionan eventos de compras en vivo en sus propias plataformas.
China ha sido pionera en las compras en vivo. En 2016, Alibaba lanzó... Taobao Live , que presenta, como lo expresa McKinsey Digital , "un nuevo y poderoso enfoque: conectar una transmisión en vivo en línea con una tienda de comercio electrónico para que los espectadores puedan ver y comprar al mismo tiempo". Y desde entonces, la tendencia de las compras en vivo ha despegado.
Las compras en vivo se presentan en muchas formas y plataformas. Desde una TikToker creativa como Karissa , que crea tazas de resina personalizadas mientras su audiencia mira, comenta y compra, hasta plataformas especializadas como Whatnot , donde los primeros usuarios ganan hasta $20,000 al mes vendiendo ropa en vivo desde sus salas de estar.
Implementar una estrategia de compras en vivo es ideal para las marcas DTC , y su implementación técnica es relativamente sencilla. Para las tiendas Shopify, existen muchas aplicaciones para organizar eventos de compras en vivo y transmitirlos en diferentes plataformas sociales.
Estas aplicaciones conectan el inventario de la tienda para que los productos que aparecen en las transmisiones en vivo sean fácilmente accesibles y se puedan comprar con un solo clic. YouTube incluso lanzó una integración con Shopify para conectar los productos de la tienda con las transmisiones en vivo de YouTube.
El verdadero desafío para las marcas no es la plataforma. Las compras en vivo requieren planificación, producción y dos ingredientes principales: un presentador y una audiencia. Sin embargo, no todas las marcas son propiedad de una Kardashian.
Contar con un portavoz con experiencia en redes sociales listo para ponerse detrás de la cámara, salir en vivo y vender el producto no es tarea fácil. Asociarse con influencers es una buena solución, ya que las marcas pueden aprovechar la audiencia del creador de contenido para impulsar las transmisiones en vivo de compras. Otra recomendación es generar interés en torno a los eventos con estrategias como inscripciones, reservar la fecha, recordatorios por correo electrónico, incentivos de compra para los asistentes y una página dedicada al calendario de eventos en el sitio web.

Las compras en vivo han evolucionado desde el lanzamiento de QVC en 1986, especialmente tras la explosión de internet. Los números de teléfono se convirtieron en botones de "Comprar ahora" al alcance de la mano. Los influencers reemplazaron a los presentadores de televisión. Las plataformas se multiplicaron exponencialmente, al igual que las oportunidades de comprar cosas que no necesitamos, como ese ThighMaster que acumuló polvo bajo la cama de muchos miembros de la generación X en los 90. Pero lo básico sigue siendo el mismo. Las marcas necesitan un producto, una audiencia y un vendedor carismático para salir en vivo y vender. ¿No es irónico?